Entre el orgullo y el sacrificio
Para algunos, ser camionero sigue siendo sinónimo de libertad, aventura y tradición familiar. Para otros, es una profesión cada vez más exigente, mal remunerada y poco valorada. ¿Vale la pena seguir en este oficio en pleno 2025?
Lo bueno de ser camionero
- Autonomía en el trabajo: Muchos valoran no estar atados a una oficina ni a una rutina fija.
- Vistas privilegiadas: Conducir por paisajes únicos y conocer lugares nuevos.
- Sentido de comunidad: El gremio camionero se apoya mutuamente en la ruta.
- Orgullo de mover el país: Saber que el trabajo es clave para la economía nacional.
Lo que desalienta a muchos
- Largas jornadas y poco descanso, con consecuencias en la salud física y mental.
- Salarios que no siempre compensan los riesgos y esfuerzos.
- Inseguridad en las vías y falta de apoyo en emergencias.
- Desgaste familiar, al estar lejos del hogar durante semanas.
Testimonios que dividen la balanza
“Es duro, pero a mí me encanta. Yo nací para esto”, dice Jairo, camionero con 20 años de experiencia.
“Ya no da, uno se parte el lomo y cada vez alcanza para menos”, afirma Nancy, conductora de carga pesada en rutas del sur.
Conclusión
El valor de ser camionero depende de quién lo cuente. Para algunos es una pasión que aún arde, para otros una llama que se apaga por falta de reconocimiento. Lo que es claro es que sin camioneros no hay país que ruede.
¿Y tú qué opinas? ¿Vale la pena seguir en esta ruta? El debate está abierto en cada kilómetro. 🛣️🤔